Manual para naufragios

Existe una pregunta frecuente entre lectores: ¿qué libros te llevarías a una isla desierta? La misma supone la inminencia de un naufragio que puede sobrevenir en cualquier momento; y exige, también, que el libro esté escrito con una tinta que resista al agua. En Manual para naufragios, ese libro se escribe -y se inscribe- en una práctica filosófica que, en plena marejada, descubre que el norte magnético de la brújula señala hacia uno mismo. Devenir sujeto es hacerse marino de sí, prescindir de toda ilusión de llegada a una isla de la gracia y resistir al (en)canto de los monstruos abisales (…)

Joaquín Vazquez