Algo que vuele
A lo largo de estos doce cuentos la autora toma elementos de lo cotidiano –el trabajo, los amigos, la pareja, los viajes- y los convierte en literatura. Hay una intención clara del detalle por cosas en apariencia irrelevantes y, también,. Un uso impecable de lo no dicho; elementos que emergen en cada texto con una fuerza conmovedora. Son historias sin héroes ni heroínas, no hay muertos ni violencia desatada: personas comunes, con sus dramas pequeños o grandes, se alzan entre sutilezas y climas de normalidad, hablándonos sobre el amor, el deseo y la esperanza.
Rubén Padula