Pan apenas blando

La abundancia constituye un rasgo distintivo de la poesía de María Elena Berruti; no es un asunto de cantidad sino, más bien, de una actitud hacia la escritura que convierte al lenguaje en un campo de atracción voraz e insaciable. Atravesados por una fuerza centrípeta, la del lenguaje abriéndose al mundo, sus poemas se multiplican en motivos dispares y voces diversas. Otro rasgo diferenciador es la levedad: por más densos o graves que resulten los temas, los poemas de Elena despegan siempre, como impulsados por una energía ascendente, luminosa y cálida.
Abundancia y levedad se aúnan en una poética consciente al extremo de sus instrumentos compositivos que, sin embargo, se quiere hospitalaria, generosa; en vez de replegarse en el orbe donde reinarían los significantes con sus combinaciones arbitrarias, se propone y realiza como un lugar de encuentro, una zona de contacto con los otros, una ocasión para el diálogo y la confraternidad.

José Di Marco