Sobre el libro Tráiler, el poemario de María Calviño publicado por Editorial Cartografías. Texto de presentación del libro en la Feria del Libro Juan Filloy a cargo de José Di Marco.

Tráiler, ese umbral donde el lenguaje se hace mudo

Advertencia

Dos décadas de amistad con la autora, la admiración por su escritura y el hecho ineludible de que me haya tocado hacer las veces de editor de Tráiler orientan esta lectura e inciden en que la misma adquiera el tono de una celebración. Cuando escribía el texto para la contratapa de este libro (el octavo que Mary ha publicado hasta la fecha, descontando la segunda edición de Fin de semana largo) no pude evitar la sensación constante de que estaba arruinando la arquitectura delicadísima de los poemas que lo integran (y se lo hice saber mediante un audio de WhatsApp). Lo que importa es esa trama finísima, urdimbre de sonoridades y alusiones, de imágenes y afectos, que les otorga una forma sensible y única.

El comienzo

Hace un par de años, en medio de Tilde, la feria de editoriales independientes que tuvo lugar en Córdoba capital, nos reencontramos con Mary después de mucho tiempo. Café mediante, le hablé de la posibilidad de editar un libro suyo con Cartografías. Dijo que sí, que le encantaba la propuesta. Dos años después estoy presentando su libro.

Mary se toma su tiempo, y esa demora, esa dilación da cuenta de cómo funciona para ella la temporalidad interna de la escritura de poesía. A diferencia de buena parte de la/os poetas de nuestra generación a Mary no le faltan oportunidades para publicar. En su caso, la oferta supera la demanda. Sin embargo, ella no apresura, no precipita el tiempo de composición. Sólo va a publicar cuando entienda y sienta que sus textos, sus poemas están listos para darse a conocer, a materializarse en un libro y a circular, con ese formato y ese soporte, en el ámbito público. El aplazamiento, el retraso, es decir, la reticencia al apuro y al arrebato define, en buena medida, su poética.

Tráiler, de María Calviño

Tráiler, el libro de poemas de María Calviño

Del poema al libro

Como Mary explica en una entrevista que le hizo Verónica Dema, este libro nace del poema que le da título y, a partir de ese núcleo, el resto de los poemas se acerca e integra en torno al vaivén entre el desplazamiento y el reposo:

Diría que en Tráiler busqué un lenguaje enfocado en ese mínimo arco del movimiento inicial o de la quietud insólita, porque si bien la relación entre los poemas es endeble, en cada uno hay algo quieto que comienza a moverse –o amenaza con hacerlo- y al revés: algo se detiene (…) Puede ser en el espacio, el tiempo, la expresión, la vigilia, el sueño o la luz; la figura humana o vegetal o animal siempre un poco escorzada (como pasa también en los tráilers de películas cuando eligen darnos una sola dimensión del asunto, o una parte).

En este libro, la realidad y sus representaciones, lo estático y lo raudo, lo expansivo y la síntesis, lo inmediato y lo diferido se entrelazan, tensionan y coexisten. Más lenta que la vida, la poesía a su vez resulta más lenta que una película. Los materiales varían, pero, aunque se trate de un recuerdo o un sueño, de una escena o una anécdota, de una noticia fugaz o un episodio histórico, el poema es una foto, una instantánea: se detiene, obtura la aceleración, captura un momento decisivo. Y al reposar y concentrarse, construye una mirada sensible a los detalles que inviste a las cosas de una extrañeza rayana a lo maravilloso.

En “Tráiler” -y hablo del poema-, el correlato objetivo es doble: un remolque fijo, asentado y quieto, pero, asimismo, el esquema que resume y adelanta el argumento de un filme. Sinécdoque de un mundo paralizado por la epidemia, la palabra inmovilizada se des-detiene, se sacude y se pone en marcha hacia la gracia y el deleite:

Y cuentan que cuando al fin

nos damos, alma sin ancla

en el latido mismo

del corazón, este cachivache

se empieza a mover: palabra

desdetenida, de dicha

desmemorada.

Si leemos desde muy cerca este fragmento, se imponen el encabalgamiento y el hipérbaton; el corte de los versos deja ver el curso intermitente de una sintaxis que evoca el ritmo de una respiración pausada. Asimismo, se destacan ciertos términos por motivos diferentes: el inusual “cachivache” y los neologismos: “desdetenida” y “desdemorada”.

Si, luego, alejamos un poco la mirada, la apartamos tomando distancia del embrujo provocado por la disposición sintáctica, la cadencia y la fonética, encontramos que, en el mismo, se despliega y nombra una poética en la que prevalecen el sigilo y la insinuación.

Una poética del sigilo y la insinuación

Desde que leí por primera vez un poema de Mary –y esa lectura inicial fue propiciada por Círculo de sombra, su primer libro, editado en 1993- me fascinó una manera de hacer, es decir, un estilo en el que lo no dicho, lo implícito, lo tenuemente aludido predominan.

Según Pound: «La gran literatura no es más que el lenguaje cargado de sentido hasta el grado máximo que sea posible». En la poesía de Mary, la expansión potencialmente ilimitada del sentido esquiva el pleonasmo y la hipérbole, las explicaciones didácticas y la erudición críptica. Es ambigua e intersticial. Puebla al lenguaje de sentidos múltiples y referencias complejas a la vez que hiende la apariencia de lo real para que asomen, en su superficie agrietada, imágenes impensadas y músicas en las que el silencio se hace escuchar.

Acaso los epígrafes de Amelia Biagioni y Atahualpa Yupanqui que lo encabezan, anticipen lo que Tráiler nos invita a ver y escuchar en sus catorce poemas: la mirada ahíta de asombro de una niña milenaria y el sonido insistente que proviene de un gusto personal e irreductible.

Cierre

Richard Rorty diferencia dos tipos de lectura, a los que denomina “lecturas metódicas” y “lecturas inspiradas”. Las primeras consisten en la aplicación, prolija y rigurosa, de un método para obtener del texto algo que creemos, de antemano, este contiene. Las segundas, en cambio, consisten en un encuentro inusitado con el texto que nos induce a revisar nuestras creencias, marcos teóricos, prioridades y propósitos. Tráiler provoca (y merece) una lectura que nos inspire y transforme, que nos vuelva menos sedentarios y complacientes, que nos detenga azorados en ese umbral donde el lenguaje se hace mundo y el mundo, fulgurante “palabra desdetenida”.

José Di Marco