¿Lo leíste? Una reseña sobre el libro Rosalía – Róza – Rosa, Tomo VII de la Obra Reunida de Livia Hidalgo.

Río Cuarto, Cartografías, 2024, 693 págs.

Por Pablo Dema

En una conversación entre María Negroni y Anne Carson, en un curso sobre “Poesía: el arte de la impertinencia”, dictado en el MALBA, en 2020, la poeta y docente argentina le comentaba a su invitada canadiense: “La imagen que tengo de vos, Anne, es la de alguien que coloniza todos los otros géneros con la poesía y hace que la poesía entre en ellos, que aparezca en lugares inesperados”. A lo que Carson responde que ella no ve motivos para dejar de cambiar las formas, de hacer las cosas distintas a como se hicieron siempre.

Creo que la línea conceptual de este diálogo puede ayudar a los lectores a afrontar las casi setecientas páginas de un libro de poemas como Rosalía – Róza – Rosa, de Livia Hidalgo. Sus lectores ya tuvieron oportunidad de leer trabajos suyos semejantes: Emily (de 2022) sobre Emily Dickinson, y Marya-Marie (2023), sobre Marie Curie están en la misma línea, que fue inaugurada por su Glauce, sobre Glauce Baldovìn, de 2021.

Es una serie sobre mujeres, son libros en verso, es poesía pero una poesía que coloniza otros géneros: la biografía, la crónica histórica y hasta la proclama política. Si en Glauce los poemas que retrataban a la amiga poeta quedaban en los lindes de un libro de poesía convencional, Emily ya constituye un desborde de los parámetros usuales. Es un libro construido como un extensísimo diálogo con los poemas de Dickinson, traducidos por Livia y organizados como una pesquisa que busca dilucidar los aspectos todavía oscuros de la biografía de la poeta de Amherst. En Marya-Marie Livia redobla la apuesta: cuenta la vida de una mujer de ciencia, poniendo el foco en la violencia recibida por ser una mujer libre y sobresaliente en un mundo dominado por varones. Aquí el voltaje poético disminuye comparado con Emily, pero el libro no abandona el lirismo, lo que conforma algo que me gustaría llamar un extenso poema biográfico.

Por su parte, el Tomo VII de su poesía reunida, Rosalía – Róza – Rosa, repite el procedimiento de titular la obra con los distintos nombres que dan cuenta de las facetas y del itinerario de otra mujer excepcional: Rosa Luxemburgo (1871-1919), en este caso descollante en el campo de la política y víctima de todas las violencias posibles: la de los hombres, la de los antisemitas y la de la burguesía criminal.

Como en los libros anteriores, Livia trabaja con un enorme archivo histórico, particularmente con correspondencia y notas periodísticas. La apuesta de Livia es audaz y original: ella organiza las cartas de Rosa y las respuestas de sus corresponsales para armar una suerte de novela, de thriller histórico-político que cuenta la meteórica trayectoria de Rosa Luxemburgo desde sus primeras intervenciones en Polonia, alrededor de 1893, hasta su asesinato por parte de militares alemanes contrarevolucionarios en 1919.

Lo que predomina es el testimonio de Rosa y de todos sus compañeros sobre la causa socialista y comunista de Europa. Pero, tal vez, lo más rico y novedoso del libro es el trabajo que hace Livia con las cartas de amor de Rosa y el testimonio de su vida cotidiana en los varios presidios que padeció. Particularmente interesantes son los pasajes en los que vemos a una Rosa que atiende lo frágil de la naturaleza y que, por momentos, se identifica con ella. Por ejemplo en este fragmento de una carta a su amiga “Soniuska”:

A veces ¿sabe usted?
tengo la sensación de no ser un humano
sino un pájaro
un animalito cualquiera
que tomó la forma humana.

Interiormente me siento mucho más en mi medio
en un pedacito de jardín -como ahora-
o en un campo
tendida sobre la hierba -rodeada de zumbidos-
que en un congreso del partido.

(…)

En mi fuero interno
me siento más cerca de los petirrojos
que de los compañeros.

***

Historia, biografía, testimonio, proclama política y revalorización de las ideas de justicia social por medio de la poesía, este libro es un apuesta valiente y necesaria en esta Argentina de 2025.