El besugo, una agonía

La historia se entreabre como los telones de una obra de teatro y nos permite descubrir, capítulo a capítulo, el conflicto interior de Otamendi, el detective que poco a poco entremezcla la búsqueda de un extraño y la esperanza de reencontrar a los seres queridos, de alcanzarlos.

¿Qué es lo más importante para la humanidad? Tal vez sea sobrevivir. Si para ello hay que camuflarse, mixturarse con el paisaje hasta convertirse en un ser totalmente extraño y diverso, el ser humano lo hace. Eso sí, deja un rastro que seguir, un hilo que lo conduzca a su centro nuevamente, para evitar la pérdida de la identidad.

Otamendi está de vuelta de muchas cosas pero al mismo tiempo mantiene una ingenuidad que nos pasma.  No quiere dejar de ser el que fue pero sabe que el pasado es inalcanzable.

El inconsciente trabaja a un ritmo lento al principio, pero cuando el relato se acelera, lo que estaba oculto  irrumpe con efecto devastador.

El besugo, una agonía es una novela sólida y breve. Opera prima de un autor cordobés que incursiona en el género negro con un adecuado manejo de la tensión textual para contar con honestidad descarnada la profundidad psicológica de los personajes, y dejarnos con ganas de leer más.

Laura Lumumba