El espacio intermedio
El distanciamiento estético, ese interregno en el que las palabras rechazan la pregnancia del mundo para resplandecer con una luz propia, se vuelve en la poesía de Alejandro Schmidt una excusa para que estalle la potencia trascendental que perfora sus versos. Ajenos a los usos instrumentales de la lengua, activan un modo de conocimiento en el que irrumpe lo sagrado. Así, en El espacio intermedio, restallan los vínculos familiares, con el padre y la hermana como espectros pertinaces y amados; la poesía misma como un don tenaz e irreductible, un puro deseo que transgrede normas y dictámenes; el paisaje de la llanura en tanto que una apariencia mansa en la que asoma el resplandor de una revelación aplazada; el amor cotidiano y concreto como una memoria desgarrada de la pasión; la amistad como un encuentro milagroso en medio del abandono. Todo ese repertorio de temas (y de tonos) está nimbado por un aura que es el resto de una verdad singular que tan sólo la poesía puede decir. Según el verso, que a la vez constituye un poema, “El deseo de escribir resulta el modo más cierto del silencio”. De lo que habita, intenso y pródigo, en lo no dicho, señal de lo innombrable, se alimenta inacabadamente la escritura de Alejandro Schmidt.
J. Di Marco