El nacimiento de lo extraño

Nace lo extraño aquí, en esta escritura, con la sutileza de una voz única. Sus hilos tensan las filiaciones y afinan la trama de un abismo tan ajeno, tan propio. La voz no parece quebrarse ante el recuerdo doliente de la ausencia, en la noche, de la madre que nadie sabe cómo ha huido de su cuerpo en su cuerpo, poniéndolo a andar inusitadamente. Lo extraño nace y se hace letra que punza en una palabra, trazo que raya en un dibujo. Y así, busca templar la voz en la indagación oscura y espectral, pero no para volverse reclamo a una madre fugaz y peregrina por una noche, sino para abrirse a una singular dramaturgia de hija que aloja lo extraño como un tesoro de nombres perdidos.

Por Gabriela Milone