No todas las tortugas llegan al mar, de Virginia Abello
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El primer poemario de Virginia Abello habita con precisión de estilo y con voz y cadencia propias la racionalidad, sus bordes y sus más allá. Voces de otros y de otras, algunas incorpóreas, otras corporizadas emblemáticamente en el árbol familiar, también en el entramado de clase y una yo poética dispuesta a escuchar y dar pista a esta polifonía.
Con su «terrón de mundo» casi asegurado, rota, intervenida pero con la lindura del desbocarse, la animala galopa(rá). Salvaje será la fuerza de lo débil, con la mirada lírica puesta en lo que hay que proteger sin sacrificio y así florecerá bellamente.
Elena Berruti