Criaturas del furor
Reunidos por la lógica oscura de un azar brutal, los personajes de esta novela son los testigos ciegos de un mundo donde la sordidez se manifiesta como una onda expansiva que arrastra y finalmente demuele toda la ilusión. Criaturas del furor es una novela de personajes, es decir: de voces variadas y de puntos de vista singulares que en su discurrir paralelo van tejiendo una trama asfixiante. Identidades fracturadas, familias disfuncionales con secretos míseros, hechos que muestran el maridaje corrupto de políticos, jueces y policías constituyen el lado evidente de ese tapiz que parece duplicar la fisonomía diaria de la época (esa misma que la crónica policial, los reality shows y los programas de chimentos comentan con prolija y extenuante alevosía). En cambio, en la faz secreta de esta trama luctuosa aparece la literatura con su clarividencia: el arte puntilloso de la composición narrativa -que combina disrupciones temporales, escenas morosas y elipsis- y el devenir de una escritura que mezcla registros disonantes, percepciones finísimas y figuras sensibles de un lirismo tan crudo como melancólico. Rudyard Killing firma esta novela: una historia actual, violenta y depravada; un relato discontinuo y a la vez estricto; una narración que aúna sonido y furia, la incómoda cadencia de una prosa que testifica, lúcida y desaforada, los rugidos del mundo.